Encuentro la historia aburrida comparandola con la actuación. Necesitamos ser actores cada día, necesitamos encantar a los demás mostrándoles nuestros sentimientos. El currículo escolar manifiesta poco interes en el universo emocional del alumno; me pregunto por que. El alumno es una aspiradora de conocimientos que los repite de memoria cuando le preguntan. El alumno usa las recetas para resolver los problemas de matematica. Hay poco espacio para la creatividad o para expresar los sentimientos. Parece que los sentimientos no interesan a nadie.
Voy al teatro raras veces o casi nunca. Por eso cada vez estoy asombrada de lo exagerado que están actuando los actores: gritan, se pegan, se destrozan las ropas, pisan el suelo, soplan a cada réplica. Me pregunto si el dramatismo del guion justifican tal abundancia de gestos y reacciones fisiológicas.
Creo que sé porque las aulas de espectáculo son casi siempre llenas: la gente necesita deleitarse con mostrar los sentimientos, aún más cuando en la escuela, al trabajo ... están ignorados, sino prohibidos.
He empezado a irritarme con el orgullo y la frenesí con los que algunos están trabajando resolviendo tareas una tras otra, incapaces de inventar un chiste o al menos reírse a uno. Parece que invertir tiempo en resolver problemas concretos si que vale la pena, mientras expresar sus emociones o provocar emociones en otros es una cosa opcional, que corresponde tan solo a los artistas.
Me pregunto si nos podemos permitir no saber nada de la actuación. Si la extirpación de las emociones de nuestras vidas de verdad no nos afectan en nada.
Je veux voir le monde
Qu'il soit gai ou triste
Qu'il chante o qu'il gronde
Pourvu qu'il existe
Je veux voir des villes
Qu'elles soient blanches ou rouges
Et des yeux qui brillent
Et des gens qui bougent
Quiero ver el mundo
Sea alegre o triste
Cantando o rugiendo
Dado que está vivo
Quiero ver ciudades
Sean blancas o rojas
Y ojos que brillan
Y gente que se mueve