A menudo me parece que otros tienen la vida mucho más fácil, que ciertas cosas que anhelan les llegan en bandeja de plata y que, generalmente, no parecen esforzarse mucho para obtener lo que desean, y aún así, obtienen.
La envidia por el poder exterior de otros revela la falta del propio poder interior. Que pasa con todos estos hombres cuando son desvestidos de su poder exterior? Cuando empobrecen. Cuando los dejan el novio/novia. Cuando se van a otro pais y tienen que hacerse amigos a partir de cero. Algunos – los que se han agarrado de las cosas exteriores – están destrozados. Otros actúan para resolver el problema e incluso lo logran. Son éstos los que merecerían nuestra admiración.
Hay un personaje biblico, Iov, cuya fe y paciencia han sido sometidos a prueba: progresivamente ha perdido su riqueza, su familia, su salud. Pero él confiaba en que Dios tenía un gran plan para él. Y un buen día todas sus cosas le han sido devueltas para apremiar su fe y confianza.
Me pregunto si ésta será la solución para obtener las cosas que deseas: riqueza, amigos, novio/a: tumbado en el sofa y mirando la tele (por ejemplo) concentrarte y confiar y tener mucha paciencia porque al final estarás recompensado.
La fe y la paciencia importan, pero no son suficientes. Lo que hace la diferencia entre felicidad y desgracia es el valor para actuar.
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